Marco Ferreri fué un gran director italiano que tuvo, además de otros talentos, el gran acierto de escoger a un novelista pobre que andaba por los cafés de Madrid: Rafael Azcona, al que convirtió en un gran profesional del cine europeo.
Esta película - al igual que la anterior firmada por el mismo equipo: "El pisisto"- aúna el realismo español y el italiano en un humor inteligente y crítico. Un canto a la vejez en clave de humor negro. Una obra maestra.
Seguramente no es la mejor obra de Fernando Trueba, que tiene muchas y muy buenas: argumentales y documentales, musicales... Pero ésta es muy divertida. Los actores hacen un finísimo trabajo lleno de ritmo y de precisión. Porque no voy siempre a recomendar las mejores películas, les digo que esa hora y media que dediquen les dará un gran rendimiento.
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