Parecía imposible que alguien se pudiera acercar a la figura de García Lorca y a su homosexualidad, tema que había sido prácticamente tabú hasta entonces. Pero surgió Jaime Chávarri, un director dotado de una exquisita sensibilidad, y con un sentido de la puesta en escena ambiciosa y honesta, y consiguió hacer esta obra, algo hermética, pero llena de lecturas sucesivas y siempre enriquecedoras. La calidad de los intérpretes ayuda a conseguir una salida airosa al difícil empeño.
AZULOSCUROCASINEGRO
Daniel Sánchez Arévalo es uno de esos recién llegados que garantiza que el camino abierto en el cine mudo por Perojo, y reforzado por Saénz de Heredia y por Forqué, sigue funcionando.
El cine costumbrista de calidad, donde caben la tristeza, la melancolía y
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